Porque mientras dormimos, descienden muchísimo los niveles de estímulos musculares que recibe el cerebro, y eso le permite liberar memoria.
La memoria:
Todos poseemos una parte consciente, subconsciente e inconsciente.
Todo lo que podemos recordar pertenece al consciente.
Todo lo que no podemos recordar pero está y permanece archivado pertenece al inconsciente.
La parte de conexión entre consciente e inconsciente sería el subconsciente.
Todo cuanto vivimos queda archivado en la conciencia, aunque no seamos conscientes de ello.
Interpretar los sueños no es nuevo. El primer tratado de interpretación data del II siglo d.c. de Artemidoro de Efeso, griego residente en Roma.
De hecho, antiguamente, se creía que los sueños eran regalos de los dioses, se los tenía como manifestaciones suyas que nos eran legadas a fin de advertirnos de posibles peligros o informarnos sobre ciertos hechos que habrían de acontecer.
En nuestra era es Freud y su Psicoanálisis quien da un valor a la interpretación de los sueños, como una expresión de represión del individuo, y de ahí sus manifestaciones mientras duerme. Poder liberar el inconsciente de aquello que acumulamos al reprimirnos.
Los sueños son por tanto ese subconsciente, esa conexión o intermediario entre el inconsciente y el consciente. Una especie de reclamo para que, una vez despiertos, analicemos nuestros pasos.
Al quedarnos dormidos se produce un primer sueño, o "sueños menores", de poca intensidad y poco simbolismo, similares a los pensamientos y muchas veces confundidos con los mismos o incluso con fenómenos paranormales. No son éstos sueños los que nos ocupan, sino los que tienen lugar en la fase REM, de sueño profundo.
Se le llama fase REM porque son las siglas de "movimiento rápido de los ojos" en inglés, y en éste estado, y bajo el párpado cerrado, el ojo tiene una gran velocidad en su movimiento. Se producen durante éste sueño toda clase de reacciones corporales: sudor, aceleración del ritmo cardíaco o respiratorio, erecciones,... En contra de lo que se creía, es el momento de mayor actividad cerebral. Estamos en contacto con nuestro inconsciente.
Este fenómeno, este sueño, se produce varias veces en una misma noche, un promedio de cada dos horas, 3-5 sueños por noche.
El inconsciente se compone:
- Simbolismo Universal.- Conocimiento heredado, una conciencia humanitaria, arquetipos. Es aquí donde nos permite interpretar los símbolos, pues son iguales sin importar la cultura o el lugar de nacimiento.
- Simbolismo local.- Símbolos generales y específicos a una cultura o contexto.
- Simbolismo personal.- Propio de cada uno de nosotros e intransferible, basado en nuestras experiencias personales y la asociación mental hecha sobre las mismas.